Las representaciones sociales dominantes condicionan las relaciones entre los individuos, los grupos y la sociedad (Robert y Faugeron 1978, De Leo y Cuomo 1983, Faugeron 1983). El modo como una sociedad se representa a los jóvenes va unido a sus actitudes y sus comportamientos hacia ellos y se refleja en las leyes que los conciernen. Las representaciones y el modo de tratar a los jóvenes modelan a su vez a la adolescencia estableciendo los tipos de comportamiento que se consideran adaptados a esta edad. Si se cree, por ejemplo, que los jóvenes son débiles, inestables, incapaces de participar de forma responsable en la vida social y política, se tomarán medidas para protegerlos, para impedirles que participen en la vida adulta, provocando de este modo una inmadurez social y unos comportamientos infantiles que se interpretaran como prueba de la validez de las representaciones.
jueves, 18 de octubre de 2007
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